“La gastronomía debe ser defendida y salvaguardada como parte del patrimonio cultural
de un país” Carlo Petrini
La gastronomía
desde el principio de los tiempos es
algo que ha ido forjando y cultivando el hombre para saciar sus necesidades, además
de esto para crear algo autentico que refleje la verdadera esencia de las raíces
culturales que en cada sector geográfico varía.
Es por esto
que el movimiento slow food esta tan arraigado a cada cultura. Es una revolución
en contra del problema tan grande que
nos ha traído la industrialización desde su creación, siendo ella la principal
exterminadora de una herencia que ha sido trasmitida a lo largo de los años. Basándose
en razones propiamente económicas y capitalistas.
Esta revolución
debería ser apoyada por todos los que aman a su tierra y sus raíces, pero
sobretodo es una revolución que debe ser comandada por nosotros, los
responsables de tejer el futuro gastronómico en el mundo y más propiamente en
Colombia.
En gran
medida. El problema de la industria alimentaria es que cada vez es más
invasiva. Hoy los alimentos se fabrican siguiendo los postulados de una suerte
de diseño alimentario: a través de aromas, exaltadores del gusto, conservantes,
colorantes… Nuestros gustos son manipulados en el interior de los laboratorios
químicos. Especialmente los de los niños, que son condicionados. Esto es algo
gravísimo en países donde la cultura alimentaria siempre ha sido patrimonio de
los agricultores y de las clases trabajadoras ligadas a la tierra.
En conclusión no se necesita esperar a que seamos profesionales para ser parte de esto, si nosotros aplicamos este pensamiento a nuestra formación de seguro el futuro de la gastronomía Colombiana crecerá y nuestra raíces culturales prevalecerán.
Danniel Ospina.
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