Comer sin desperdiciar
Es
claro que a través de los años el tema de los desperdicios tiene más auge, sin
embargo, de la misma manera vemos que aunque se han implementado estrategias y
proyectos para disminuirlo, estas han sido pocas y en la mayor parte del
planeta se sigue desperdiciando comida. Este problema afecta a toda la
población mundial, no se trata de pensar que únicamente se habla de quienes por
motivos extraordinarios no tienen qué comer, sino de todas las personas que
habitamos la tierra, pues desperdiciar comida es desperdiciar dinero y
desperdiciar recursos, recursos que tal vez jamás podrán renovarse.
Estudios
revelan que en
el mundo se desecha aproximadamente
un tercio de la producción anual de comida, es decir 1,3 millones de toneladas,
cifra suficiente para alimentar por lo menos cuatro veces a 868 millones de
personas que actualmente se encuentran en una situación de hambruna.[1] Y
se habla de malgastar los alimentos no solo en el campo industrial y
restaurantero (aunque claramente influye en mayor volumen), sino de cada
persona, cada hogar.
Para
estos efectos, se crean iniciativas que, ojalá, con el paso de los años sean conocidas
e implementadas por cada persona, los alimentos no solo son manejados por profesionales,
por restaurantes; todas las personas del planeta comen, por ello es necesario
crear conciencia y emprender un consumo responsable.
Abra
los ojos ante los desperdicios, proyecto que desarrolla Unilever, se trata de
una guía que considera que el cambio se basa en realizar unas modificaciones sencillas, habla de que la esencia de una gestión de
desperdicios eficaz radica en la aplicación de las tres R; reducir, reutilizar
y reciclar. Procesos que se ven íntimamente implicados en distintos procesos
que se llevan dentro de un restaurante. Por ende lo ideal sería optimizar dichos
procesos y eso implica lo siguiente:[2]
1. Compra: Control a tiempo real de sus existencias y productos
vendidos.
2. Almacenaje: Visión general de las existencias, sistematizando el
etiquetado por fechas.
3. Preparación: Cuando esté seguro de que va a ser consumida, no exceder su
demanda.
4. De la preparación
hasta tomar el pedido: Utilización
inteligente de productos.
5. Las raciones y el
desperdicio en el plato: Raciones correctas, disminución
en producción.
6. Eliminación: Los desperdicios que quedan en el plato serán un índice para
el ítem número 5. Eliminar residuos de manera sostenible, desperdicios por
deterioro y desperdicios durante la preparación.
De esta manera se hace posible que los desechos en la
eliminación sean reutilizados, como en el proyecto “Prospare” cuyo objetivo es la
transformación de subproductos (residuos) animales desechados por la industria
y nunca reutilizados. Este trata de helados elaborados con
desperdicios
cárnicos mediante un proceso enzimático que recupera la proteína de
huesos y recortes, se hace por medio de la solubilización por hidrólisis
enzimática; donde las hidrolasas catalizan hidrólisis de enlaces químicos haciendo
líquidas las proteínas, dando como resultado suplementos que se podrían utilizar
como aditivos en alimentos procesados, en este
caso, helados.[3]
Si existen tantas iniciativas, estrategias y proyectos, ¿por
qué se sigue desperdiciando la comida?, ¿será necesario verlo de esta manera?
[1] Food
Waste: A shame for human kind and for the environment. Recuperado
el 15 de septiembre de 2013, de http://www.youtube.com/watch?v=7QbHlWNoyp4.
[2] Abra los ojos ante
los desperdicios. Trabaje de manera inteligente. Recuperado el 15 de septiembre
de 2013, de http://www.unileverfoodsolutions.es/nuestros-servicios/tu-cocina.
[3] Nuevas tendencias. Helados
elaborados con desperdicios cárnicos. Recuperado el 15 de septiembre de 2013,
de http://www.gastronomiaycia.com/2013/05/20/helados-elaborados-con-desperdicios-carnicos/.
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