En el mundo gastronómico ha
impactado de gran manera lo que se conoce como el consumismo masivo, se produce
y producen cantidades voluminosas de alimentos e inclusive se acusa al hombre
de acabar con los recursos que nuestro propio ecosistema nos brinda para
sobrevivir. A pesar de ser cierto lo anterior, la mayoría no cree que en el
mundo se desperdician y desechan 1300 millones de toneladas de alimento que en
su mayoría no se encuentran en mal estado, son aptos para el consumo y cumplirían
con su propósito de alimentar a esas 870 millones de personas que pasan hambre
en la tierra. Teniendo este creciente problema en cuenta, y desde la gastronomía
se han dado varios esfuerzos para reducir los desperdicios alimenticios con
nuevos conocimientos y recetas, generando toda clase de concursos para el
aprovechamiento alimenticio como es el concurso Buen Aprovecho en España entre
otros ejemplos. Pero aún más asombroso es el intento de integrar estos “alimentos
desechados” a la alta cocina con un nuevo restaurante que prepara su carta
enteramente con productos descartados.
El nuevo restaurante innovación
de los nórdicos fundado por Sophie Sales, que se encuentra en Copenhagen,
Dinamarca se llama Rub & Stub y
tiene como concepto principal crear un menú proveniente únicamente de comida
que no es apta para su venta comercial por factores meramente estéticos o de producción
estacional excesiva, entre otras razones; pero nunca que incumplan con las garantías
sanitarias obligatorias de los alimentos. La comida que ofrece depende de los
productos que obtengan en el día a día y por tanto se caracteriza por una gran
variada carta y siempre incluyendo una opción vegetariana. Al ser el primer
restaurante en combatir con los desperdicios de comida en Dinamarca, trabaja
principalmente con voluntarios que ofrezcan su tiempo en procesos de cocina,
bar y servicios.
algunos platos que han conformado el menú de Rub &Stub. Es claro que existen
una gran cantidad de alternativas para resolver la crisis de una gran cantidad
de alimentos que se vienen desperdiciando en el mundo, e inclusive se puede ver
el valor en intentar cambiar la comida, que es rechazada, en aquella que puede
ser de gran manera apreciada y disfrutada por sus comensales a precios que se
consideran módicos en comparación con
otros restaurantes en Copenhagen. Es difícil de igual manera, y al ser un
proyecto nuevo y creciente, que las personas no malentiendan el origen de los
productos para que no piensen de la comida desechada como comida basura, pero
una vez se entienda todo el propósito del restaurante y se comprenda que la
comida proviene de donaciones de fincas, supermercados entre otros, que
aseguran la calidad de sus productos, entonces se puede ir uniendo y
contribuyendo a la causa de salvar los productos alimenticios y distribuirlos también
a quienes más lo necesitan Carla Rojas Figueroa Bibliografía http://www.lanueva.com/edicion_impresa/nota/12/09/2013/d9c078/nota_papel.pdf
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