sábado, 16 de noviembre de 2013


La dramaturgia del placer, el vino como la escalera a la efimera felicidad.

Hace uno siglos atrás el ser humano se dio cuenta de que la necesidad de alimentarse se transformo a una necesidad de placer singular. Era sumamente necesaria la creación de un momento donde los problemas cotidianos se esfumaran y dieran paso a la dramaturgia del placer, la cual yo la defino como la composición de un acto eufórico que alcanza una felicidad fugaz. Un acto donde la combinación de ingredientes provenientes de nuestra madre tierra nos dan un estallido de éxtasis que es imposible de describir con palabras, pero si con gestosfaciales que dan a conocer una pequeña parte del placer que crea los productosque conforman nuestro convivium ephemeris.
La dramaturgia del placer esta compuesta por dos fundamentos básicos que solo buscan un objetivo esencial, estimular los órganos sensoriales. Lo mejor para estimularlos es una combinación entre la buena cocina y la buena bodega (Dominé), y para entender mejor esta combinación, es necesario desglosarla entres puntos, el primero es la impresión gustativa, la cual hace referencia a aquellaprimera impresión que genera efectos de contraste entre la comida y el vino,haciendo de este punto el s importante a la hora de probar. Esegundo punto valora la textura del vino y la comida, estableciendo la búsqueda del equilibrio entre frio y caliente, cremoso y sedoso, fluido y espeso, seco y áspero. Por último,el tercer punto abarca el tema de los aromas, los cuales conforman un sector aparte en la dramaturgia del placer ya que son un resultado de la armonía entre un sabor base y una textura.

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